DKC3 terminado (breve impresión)
La Navidad pasada terminé los dos anteriores Donkey Kong Country, siendo el primero un regalo de Reyes en enero de 1995, un cartucho que me conozco al dedillo, y el segundo fue un alquiler de aquella época que entonces no me dio tiempo a terminar, lo hice el año pasado.
La tercera entrega también pude alquilarla pero como recordaréis, ésta llegó ya con la generación de los 32 bits en pleno auge y Nintendo 64 retrasadísima en España, estamos hablando de noviembre o diciembre de 1996 cuando pude probarlo. Donkey Kong Country 3 no tenía mala pinta pero en casa ya estábamos por otras cosas, Saturn copaba todo nuestro tiempo, PlayStation nos hacía ojitos con su Resident Evil y Nintendo 64 estaba absolutamente desaparecida. Lo probé, no me disgustó, pero lo devolví y seguí enfrascado con Tomb Raider. Sinceramente, no me había acordado de DKC3 hasta hoy, no sé qué tienen estas fechas finales del año que siempre me da por sacar Super Nintendo y Mega Drive.
Después de acabarlo me parece jugablemente perfecto, no soy capaz de detectar ni una sola inexactitud o error que no haya sido causada por mí, pero tener una respuesta como ésta y no aprovechar para diseñar niveles de plataformeo extremo es un pecado. En otras palabras, considero que la dificultad de Donkey Kong Country es bastante baja para lo mucho que podría dar de sí. No hay mucho salto encadenado que requiera elevadas dosis de habilidad y reflejos, si quieres más tendrás que conformarte con recolectar monedas y escudriñar cada rincón de cada nivel para dar con todos los secretos. En ese sentido, es un muy buen título que se desmarca con montones de coleccionables ocultos. Puede que le falten plataformas locas y que sea el DKC más facilón, pero si te gusta explorar, es tu juego.
Me encantó el mapa abierto, potencia esa sensación de aventura recolectora (aunque yo prefiera desafíos más directos), jugablemente perfecto y gran factura técnica. Pero hay algo con lo que no puedo: el monete bebé. Se me hace extraño, ese cuerpo desarrollado junto a esas patitas, ¡no, por favor!. En fin, no lo comprendo, es abominable, quiero dejar de pensar en ello.
Salió muy tarde y la mayoría lo jugamos de refilón (un alquiler poco provechoso en mi caso) o ni eso, qué lástima, porque es muy buen juego. Para ser una tercera entrega y no ofrecer nada que no conozca ya, no considero que sobre, ni mucho menos. No es mi favorito pero recomiendo jugarlo.
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